Estos son dos ejemplos de una serie de postales para gente que quiere celebrar otras emociones supuestamente no felices, o al menos, no admitidas por esta sociedad como tal. Basándome en postales clásicas de los años 50, donde todo parece tan perfecto que resulta incluso un poco macabro, he construido unas postales de imágenes “pervertidas” que se salen de estos cánones establecidos. Felicitaciones pensadas para las personas que no se amoldan a ellos, sin que ello signifique que se sientan menos completos. Por que a veces la felicidad es también imperfección y hay que celebrarlo como tal.
Un proyecto de Higinia Garay.